lunes, 27 de octubre de 2025

Enfrentando la pérdida. Si este no es mi hogar, no tengo un hogar, Lorrie Moore

Seix Barral, 2024
 

I.

               Era esperado este título de una autora muy reconocida en el ámbito local y se me ocurrió incluirlo entre otros pocos para que un grupo de lectores optara por uno de ellos. Alguno de los miembros me notificó cierto ruido entre quienes se habían adelantado: las opiniones estaban divididas y lo mejor era encararlo para zanjar cualquier discrepancia. Por eso el grupo lo eligió; aun con ciertas reservas –que se mantuvieron hasta el debate final-.

II.

                Finn es un profesor de Matemáticas sui generis que termina brindando clases de Historia. En la mediana edad, sus superiores le extienden una licencia (lo suspenden) tras las quejas de algunas familias respecto de su comportamiento. Su hermano mayor Max, quien siempre cuidó de él, está muriendo en un internado y Finn intenta visitarlo. En el ínterin, una llamada le avisa que su ex novia, Lily, ha vuelto a intentar el suicidio en su ausencia. Así, Finn se debe repartir entre ambos finales: a quien una enfermedad terminal lo lleva y quien decide partir por sus medios.

III.

               Cuando no alcanza a despedirse de ninguno de los dos, Finn decide allegarse a la tumba de Lily en un atardecer, y encuentra a su fantasma diciéndole que hacía tiempo lo esperaba. Allí, ambos emprenden un viaje hasta un cementerio donde el cuerpo de Lily deberá descansar. En el medio de su periplo, Finn entra en contacto con unas cartas que datan del final de la Guerra Civil, donde una mujer escribe a su hermana acerca de una oportuna desaparición.

IV.

                Con estos elementos, Moore parece homenajear al gótico sureño, tan extendido en autores de la talla de Carson McCullers, William Faulkner y Flannery O’Connor, entre otros, mientras su protagonista comienza a enfrentar ambas pérdidas. Pero su personaje lejos está de ser un espíritu: es un cuerpo que empieza a pudrirse, con gusanos, etc.; nada más real dentro de la sobrenatural aparición.

V.

               En un juego de espejos entre los hermanos Max y Finn y las que constan en las cartas sureñas, con algo de thriller en paralelo; en el estilo tan personal y directo y con la dosis habitual de humor socarrón presente en sus textos, Moore nos allega una novela cuyo clima intimista obliga al lector a reflexionar sobre el dolor de las ausencias, y sobre cómo sobrellevar el peso de todo aquello que hemos sido incapaces de decir a quienes ya no están. Debo advertir que, por el contenido de sus escenas, no es una obra recomendada para personas sensibles –más de un colega lector abandonó su lectura-. No obstante, si se supera cierto resquemor, deja material para meditar. En suma, un paseo por la pena de ausencia, con una construcción original.

miércoles, 22 de octubre de 2025

e-book 191. En el letargo estival. La vida tranquila, Marguerite Duras

Mardulce, 2017


 I.

               Fue el título auspiciado por el club de lectura de una librería local. El punch de la propuesta se basaba en dos elementos excluyentes: primero, que la traducción de este ejemplar ha estado a cargo de la poeta Alejandra Pizarnik, garantía de un trabajo de calidad. La segunda, que la casa editora, en su contraportada, hablaba de cierto incesto dentro de su contenido –algo que despertaba la curiosidad, al menos, entre el universo femenino-. Ambas cosas coadyuvaron para que tuviera lugar un rico debate final entre quienes participamos.

II.

                Dividida en tres partes, la novela abre con una escena brutal: el joven Nicolas acaba de batirse en duelo con su tío, Jérôme, después de que su hermana, Françou, narradora y en la mitad de la veintena, delatara las visitas nocturnas de éste al cuarto de Clémence, su cuñada, en ausencia de su marido. De paso, salda de ese modo una vieja deuda; Jérôme ha sido el responsable de dilapidar la fortuna familiar, impidiendo los estudios de ambos hermanos y obligando el traslado al entorno aldeano de Bugues. Esa primera parte concluye con notas trágicas.

III.

               La segunda parte transcurre en una playa del Atlántico, donde la protagonista se toma un descanso y conoce el mar. Es aquí donde Françou se apropia por primera vez de su identidad; como si saliera de sí y se observara desde afuera. Haciendo uso del flujo de consciencia, repasa lo sucedido antes y reflexiona sobre su porvenir; un incidente la restituye a su hogar. En la tercera, en letra cursiva, narra su regreso a Bugues, y luego su reencuentro con su amado, en un final previsible. Si bien confiesa el amor por su hermano, no existen elementos para hablar de incesto.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Siendo su segunda novela, en ella puede reconocerse esa voz que hará famosa a Duras: una mezcla de seducción y violencia, de frases breves y contundentes, con una prosa precisa y descarnada. La protagonista añora una vida tranquila, donde no haya pasiones en pugna, celos, envidias ni muertes. Pero ese letargo estival despierta justamente lo contrario, sacando de la modorra pueblerina y el aburrimiento a sus habitantes.

V.

               En estilo directo, ameno y coloquial, con profusión de reflexiones acerca de la vida, la muerte, la familia y el amor, en una atmósfera que alterna la tensión y la introspección, Duras ofrece una novela que no por breve es menos sólida. Para quien aún no ha hecho experiencia, es el umbral perfecto para adentrarse en sus letras. Muy recomendable.

viernes, 17 de octubre de 2025

Figuras del Japón romántico y sobrenatural. Sobre el dragón del abismo, Kyōka Izumi

 

Satori, 2015

I.

               Fue un título marcadamente recomendado por una avezada lectora especializada en letras japonesas, al servicio de la empresa importadora. Casi como un sonámbulo, no dudé en llevarlo hacia mediados de 2018, pero debía recalar en el tótem de pendientes. Se me ocurrió proponerlo para una lectura conjunta a un par de amigas –entre otros títulos- merced a que, entre nos, no habíamos visitado previamente letras de origen nipón. Ellas fueron las que decidieron su suerte.

II.

                Este libro reúne cuatro relatos de quien es considerado el creador de la novela gótica japonesa y se compara con un autor de la talla de Edgar A. Poe. Los mismos abarcan un período creativo del autor que va desde 1896 a 1926 y exponen la lenta aunque continua maduración de su universo discursivo. Así, a la esencia feérica e infantil del primer relato se le van acoplando otros elementos narrativos que permiten construir atmósferas de inquietud y la aparición de seres fantásticos que cambian la situación de ensoñación de los protagonistas.

III.

               Un niño al que un insecto multicolor deja una picadura en medio de un bosque y se pierde en él; una madre con un pequeño, ubicados en una garita sobre un puente, que sobreviven gracias al cobro de un derecho de peaje; un enamorado que en su camino de visita a su querida se encuentra con tres ciegos que le advierten que no siga por allí, o un viajero que recibe manjares en un refugio de montaña son inicios de los que Izumi se vale para dar rienda suelta a historias en que campean los yōkai, esa variedad de criaturas sobrenaturales propias del folclore japonés.

IV.

                Los temas recurrentes en los relatos son la maternidad protectora y liberadora –el uso de la literatura como catarsis para el reencuentro (el autor había perdido a su madre siendo muy pequeño)-; el agua, presente en los ríos, como elemento limítrofe, que separan el mundo real del mundo irracional dominado por lo terrible y fascinante a la vez, y el surgimiento de una colección de espíritus de luz –como aquella que rescata al niño de una muerte- o malignos –como aquellos que nutren los miedos infantiles, v.g. el ladrón nocturno de chicos, etc.- que hacen tambalear a los incautos o sencillamente los llevan a su perdición.

V.

               En un estilo de prosa poética, con multitud de figuras que abrevan en el acervo cultural japonés, Izumi ofrece una galería de personajes que se debaten entre una realidad de pobreza y la necesidad imperiosa de trascenderla a través de la ensoñación y la fantasía. El libro se acompaña de un Prólogo a cargo de su traductor Alejandro Morales Rama –que conviene leerse a posteriori- y un Glosario explicativo de aquellos términos dejados en su idioma original. Un libro adecuado para ingresar en las letras del autor.

domingo, 12 de octubre de 2025

Tomar conciencia. El despertar, Kate Chopin

Cátedra, 2012
 

I.

               Este título surgió gracias a una nueva traducción -que tuvo lugar bajo otro sello- de esta afamada obra de la autora que, curiosamente, no suele ser abordada entre núcleos lectores, aun cuando pudiera considerarse una obra de vanguardia para su tiempo, pues su contenido constituye la primera voz que en el campo literario toma postura sobre las necesidades de las mujeres, que no se agotan en la organización doméstica del hogar y la procreación –como lo sugería el puritanismo victoriano-, sino que plantea sin cortapisas la realización personal tanto en el plano laboral e intelectual como también –y nada menos- en el ámbito sexual.

II.

                Edna Pontellier es una mujer casada con un hombre que le brinda estabilidad económica y emocional. Es madre de dos hijos pequeños, a los que adora, pero por los que no siente mayor apego. Ambientada en New Orleans de fines de siglo XIX, Edna alterna su vida urbana con largos periodos de veraneo en la costa, particularmente en Grande Isle, donde se desarrollan los sucesos. Agraciada y de buen porte, suele deshacerse de los convencionalismos sociales propios de la época. Tiene en Adele Ratignole a una confidente y la mejor muestra de lo que se espera de una mujer: prolífera madre y amante esposa.

III.

               Sin embargo, Edna no se circunscribe a los roles que la sociedad de su tiempo le impone, sino que va más allá; su deseo de trascender en el arte de la pintura no va a la zaga de ganar independencia: el hecho de haber aprendido a nadar le otorga un grado de libertad que despierta su conciencia. Así, Edna renuncia a participar en reuniones que tienen como fin dar muestras de pertenencia a cierto estrato social y le da cabida a una relación de adulterio, para hallar un gozo sexual que el matrimonio no le había propiciado.

IV.

                Destaco la prosa de Chopin, tan poética como precisa a la hora de describir escenas y sentires. Publicada en 1899, no deja de asombrar el realismo con que la narradora desgrana el acontecer de Edna, su descubrimiento y razón de ser: la mujer tiene derecho de igualdad con el hombre; adentrarse en el placer sensual y gozar de él es parte de ello. Al lector perspicaz no se le escapa que Edna pertenece a una clase dominante: la única capaz de pensar en su realización personal, pues al tener asegurado su bienestar diario no tiene que ocuparse de la supervivencia.

V.

               De estilo directo y frontal, aun con desencantos y fracasos amorosos, Chopin brinda a su heroína una existencia bastante más libre que la que había en su entorno. En ese aspecto, esa toma de conciencia que Edna encarna es una avanzada que la autora se permite exhibir por una vida más plena. No es casual que la crítica de su tiempo haya denostado el texto: no responde al canon de aquello que se espera de una mujer. Para leer de un tirón. Lectura sin desperdicio.

martes, 7 de octubre de 2025

e-book 190. El nacimiento del hipertexto. Pálido fuego, Vladimir Nabokov

Anagrama, 2006
 

I.

               Entusiasmo fue lo que despertó el anuncio de que el título habría de ser incluido entre las lecturas de un taller para el año en curso. La popularidad del mismo, unida a la fama del autor de Lolita –nada menos- creó múltiples expectativas en las vísperas. Sin embargo, no fueron muchos los de la partida y los menos que alcanzaron el final se repartieron homogéneamente entre fascinados y desencantados.

II.

                El texto narra, en primera instancia, un estudio académico –con todos sus elementos: prólogo, obra, comentarios e índice- sobre el poema de cuatro cuerpos Pálido fuego, de John Shade, a cargo de Charles Kinbote, un compañero suyo en la Universidad de New Wye, Appalachia, que proviene de un remoto país –Zembla- y quien se instala frente al domicilio de Shade para estar cerca y narrarle la prodigiosa fuga del rey Carlos II el Bienamado, de manera de influir con su historia el actual trabajo del poeta, lo que tiene lugar entre febrero y julio de 1959.

III.

               Kinbote intenta, sin suerte, conocer el contenido de lo que Shade compone, hasta que habiendo casi terminado el poema –solo falta el verso 1000-, Shade es asesinado y Kinbote decide convencer a su viuda de hacerse cargo de la edición. Mas Kinbote no es un narrador confiable y en sus comentarios aparece mucho más la historia de su rey que el análisis del poema de Shade. Entonces… ¿es un académico que habla sobre su rey… o es el propio rey Carlos II de incógnito, a quien vienen a matar? ¿O es un loco que armó toda una ficción, donde nada es lo que parece?

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                ¿Por qué esta novela, publicada en 1962, está signada como una maravilla literaria? Porque el lector puede optar por quedarse analizando el bellísimo poema de Shade –que constituye una obra en sí mismo-, o dejarse llevar por el thriller histórico – policial del rey de Zembla, o bien puede realizar una lectura más profunda de las notas de Kinbote acerca de la vida, la muerte y el suicidio. Es decir que a través de conectores de las historias -presentes en las notas-, es el lector quien decide qué camino habrá de seguir. De eso se trata el hipertexto.

V.

               De estilo directo y coloquial, aunque con una estructura no lineal que dificulta entrar en materia, Nabokov ofrece una metaficción poliédrica –una ficción sobre otra ficción- que se burla con altura de los trabajos académicos y dispara reflexiones acerca de la función del lenguaje, la creación literaria y el derecho del lector de conducir su propia experiencia lectora –incluyendo su abandono-. Un libro tan arduo como original, cuyos matices podrán profundizarse en sucesivas relecturas. Para tener presente cuando se cuenta con tiempo.

jueves, 2 de octubre de 2025

Buceando en el pasado familiar. La hora azul, Alonso Cueto

Anagrama, 2006
 

I.

               No suelo escoger objetos por sus vestimentas –envoltorios, etiquetas, ¡premios!-, pero no pude substraerme al magnetismo que ejercía la joven mujer de la portada del libro, con un singular equilibrio entre el prístino candor de su mirada y la sensualidad extrema de sus labios apenas abiertos. El interiorizarme sobre el contenido reforzó mi decisión de buscarlo, a pesar de haber recibido el Premio Herralde de Novela en 2005. El esfuerzo dio sus frutos, aunque hubo de esperar más de una década para ser encarado.

II.

                Narrado en primera persona, Adrián Ormache es un exitoso abogado limeño en la mediana edad, que lo tiene todo: reconocimiento en su actividad, una bella esposa, buen ingreso y dos hijas encantadoras. Nada hace suponer algún cambio, hasta que su madre fallece dejando tras de sí un asunto oscuro: el desembolso de periódicas sumas de dinero por un chantaje extorsivo que tiene como centro la figura de su padre, y amenaza con manchar su buen nombre.

III.

               Ormache ha tenido poco contacto con aquél, un oficial de la marina peruana con importante desempeño en la guerra contra Sendero Luminoso durante los años ’80 de siglo pasado. A cargo de un cuartel en Huanta, no solo ejerció la disciplina interna de rigor, sino que dispuso de vida y muerte de sus prisioneros según cuentan sus ex – subordinados; en especial, violando y ejecutando a las mujeres. Pero… parece que se enamoró de una de ellas, a quien protegió mientras pudo y, en un descuido, la misma se dio a la fuga. Picado en su curiosidad, el jurista decide averiguar y conocer a la sobreviviente, aunque para ello deba poner en riesgo toda su estabilidad, familiar y emocional.

IV.

                Esta novela, con sesgo de thriller, está basada en un hecho verídico. Cueto ha usado parte de la historia real para crear una ficción que, a la vez que ofrece una trama sólida con elementos propios del género del suspense, no deja de testimoniar –y denunciar, si cabe- las aberrantes prácticas llevadas a cabo por las fuerzas armadas peruanas sobre quienes no han dejado de ser ciudadanos que piensan y obran distinto, a los que esas instituciones debieran defender. Además, el autor describe en detalle la vida cotidiana en Lima y, de paso, exhibe las notorias desigualdades entre clases que, aun después de concluido el conflicto, no han dejado de existir, ni mucho menos.

V.

               De estilo directo y fluido, con diálogos sustanciosos y escenas que eluden golpes bajos sin dejar de ser alusivas, Cueto interpela al lector disparando reflexiones sobre aquellos temas del pasado que toda familia tiende a eludir en aras de alcanzar una pax que pueda sostener los vínculos más estrechos. En resumen, una muy buena novela, por momentos trepidante y cruda en otros, que será del agrado de todo buen lector.

sábado, 27 de septiembre de 2025

e-book 189. La caldera pueblerina. Arderá el viento, Guillermo Saccomanno

Alfaguara, 2025
 

I.

               No soy partidario de leer novedades y mucho menos aquellas que, como la de marras, ha recibido el Premio Alfaguara de Novela 2025, pero existía un motivo excluyente para hacerlo. El grupo lector al que lo propuse, cuenta entre sus miembros con un puñado de personas que habitan distintas geografías del país. Nuestras opiniones se reúnen –y expresan- a través de un encuentro virtual mensual. Entre esos miembros hay uno que vive en la misma localidad a la que el autor refiere en la novela. El cotilleo final estaba garantizado.

II.

                La historia se desarrolla en la Villa, un balneario en la costa marina al que, a principios de la década de los pasados ’90 desembarcan los Esterházy: él, un húngaro descendiente de la nobleza; ella, una sensual pelirroja y sus dos vástagos: la hija mística y el hijo con tendencias violentas. Ellos darán vida al Hotel Habsburgo, un centro de hospedaje veraniego por donde pasará el quehacer del pueblo y de su correspondiente chismerío.

III.

               Al borrachín y ludópata aristócrata, junto a la voluptuosa y promiscua cónyuge con aires de poeta, le acompañan todo un séquito de personajes secundarios propios de un pueblo de provincia: el intendente corrupto, el secretario coimero, el comisario represor, el editor de la prensa local y su amigo, el sigiloso remisero, entre otros. Así, nos veremos inmersos en una trama policial que exhibe al desnudo un cúmulo de bajezas humanas y los intereses personales detrás de ellas, como si el conjunto social compusiera una enorme caldera a punto de estallar.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora

IV.

                La novela tiene todos los condimentos necesarios para mantener la tensión narrativa hasta el final: presencia de narcos, operadores inmobiliarios, chivos expiatorios y víctimas obligadas, capaces de hacer de la misma un thriller clásico, donde los sucesos giran en derredor del hotel y sus habitantes. Pero el conjunto resulta tan trillado que no logra concitar el interés del lector. Así, toda la trama se diluye hacia un final previsible y tibio que deja un sabor agridulce.

V.

               En lo personal, lo más jugoso fueron los comentarios de nuestra lectora, quien comenzó diciendo que ni la novela –ni el galardón- habían trascendido para el público local y desgranó algunas conjeturas sobre ciertos personajes reconocibles para ella y su entorno. En estilo ameno y coloquial, de frases breves y capítulos cortos, Saccomanno construye un relato que intenta sacudir al lector, sin conseguirlo. Un libro entretenido, para ocupar unas horas de viaje o llevar de descanso un fin de semana.